martes, 12 de abril de 2011

La inconveniente verdad que desalienta al soñador.


Resulta por demás inquietante que muchos pensadores, filósofos, teólogos y demás especialistas en la interpretación de la existencia afirmen una y otra vez que las personas utilizamos muy pocas de las capacidades con las que contamos, incluso se asegura que vivimos a lo largo de nuestra experiencia física utilizando solo el 7% o en el mejor de los casos el 10% del cerebro.
Es indudable que existen muchas razones para creer que esto tiene absoluta validez, pero el que desde mi punto de vista considero es el argumento mas influyente en coexistir con tan limitadas formas de aprovechar nuestras mas elementales y poderosas capacidades, es el relacionado con el voluntario o involuntario esquema de aprendizaje que desde tiempos remotos se ha utilizado para instruir a una civilización sedienta de respuestas en un mundo en donde tal pareciera que premeditadamente algo o alguien se empeñara en impedir que la consciencia y el conocimiento tengan niveles mas elevados.

Representación de José hijo de Jacob.
Existe una historia que se remonta a los tiempos postdiluvianos, antes de cristo, por supuesto, me refiero a la historia de José el soñador. Si juzgamos desde nuestra perspectiva contemporánea la historia de este personaje, nos daremos cuenta que el síndrome de descalificar los sueños de una persona se representan magistralmente con este personaje, al que de acuerdo a la historia, José no solo fue despreciado por sus hermanos, sino además buscaron la forma de deshacerse de él, vendiéndolo como esclavo y lograr con esto que el joven José representara una amenaza para su propia parentela. Inevitablemente vienen a mi cabeza situaciones, aunque no tan radicales, pero sí con un tinte de semejanza aún en nuestros días.
Tal pareciera que hemos sido programados en lo más profundo de nuestro subconsciente para interpretar que la fascinante capacidad de imaginación es para los llamados soñadores, entiéndase “perdedores” y en cambio el canalizar toda nuestra energía exclusivamente a la disciplina y el trabajo, privilegia el éxito y la consecución de resultados. Desafortunadamente bajo este esquema de pensamiento, la retroalimentación que nos ofrece la disciplina y el trabajo, basados mayormente en la razón, establece límites o fronteras que solo la imaginación permite rebasar.
En estos 2000 años, gracias al atrevimiento de individuos que actuaron en disidencia total con este esquema de descalificación al pensamiento creativo, es que ahora experimentamos una vida con satisfactores que antes de existir se encontraban solo en la mente de algunos que decidieron por naturaleza y convicción abandonar el régimen de pensamiento racional.

Ernest Rutherford
Para sensibilizar aún mas las diferencias en el campo de las posibilidades que nos ofrece un esquema de pensamiento creativo contra un esquema de pensamiento racional, mencionaré que hace mas de 100 años físicos como Ernest Ruteherford, Max Planck , Albert Einstein entre otros, demostraron la fascinante naturaleza del espacio cuántico, es decir el campo en donde vibran las partículas en el interior de un átomo, pero algo no menos sorprendente, comprobaron que el poder del pensamiento humano tenía una influencia directa con esas partículas cuánticas, provocando alteraciones que llegan a ser tan complejas de describir y para quienes no somos físicos, más complejo aún de entender, que según los expertos ni las más exuberantes ideas de ficción pudieran siquiera comparársele. En alguna ocasión Deepak Chopra se refirió a estos extraños comportamientos del universo cuántico diciendo “es tan extraño, que lo que nosotros llamamos extraño, no sería suficiente”

Las demostraciones de la incidencia del pensamiento y la imaginación en el mundo físico han seguido apareciendo bajo diferentes demostraciones y observaciones incluso fuera de la comunidad de especialistas en mecánica cuántica. El Dr. Masaru Emoto hace algunos años publicó el resultado de sus observaciones respecto a la formación de cristales del agua bajo predeterminadas condiciones de temperatura, y con el equipo adecuado, pudo fotografiar como éstas formaciones perdían su armonía y su belleza cuando las muestras de agua habían sido previamente expuestas a etiquetas cuyas inscripciones intencionalmente habían sido rotuladas con insultos y expresiones de sentimientos negativos. Sus investigaciones han sido reconocidas y no hacen otra cosa que demostrar que el pensamiento de un individuo realmente modifica para bien o para mal el entorno en donde se desenvuelve.

Pero que esquema de educación siguen teniendo las escuelas del mundo? Sin duda alguna el modelo que favorece la razón, el análisis, los hechos, lo demostrable, lo exacto, lo tangible, los patrones, la lógica, las matemáticas; Es decir métodos orientados al hemisferio izquierdo del cerebro, en cambio, el hemisferio derecho, está más orientado hacia los sentimientos, intuición, toma de riesgos, filosofía, creatividad, imaginación,  y paradójicamente, éstos, son los elementos que se requieren para moldear y transformar deliberadamente a través del pensamiento y la intención la sustancia cuántica que dan forma a los bloques más básicos de la materia y en consecuencia darle forma a nuestra realidad.

Sin embargo los estrictos controles de los gobiernos sobre los programas educativos del mundo siguen siendo proveedores, generación tras generación, de individuos adiestrados a enfocarse únicamente a los hechos, ya que fueron programados a nivel subconsciente mediante la repetición para aceptarlos, y lo más lamentable, a no cuestionarlos.

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